domingo, 10 de septiembre de 2017

CUMPLIENDO CON LA TRADICIÓN



Como cada año por estas fechas en la festividad de la Virgen de los Liñares se cumple la tradición de bajar a San Miguel, patrono de la parroquia a la capilla de la Virgen, separadas un kilómetro más o menos. Ya había comentado en otra entrada que es “tradición” ponerle un cigarro al demonio que pisa San Miguel mientras se hace un descanso y se incorpora una segunda banda de música, lo que ha generado mucha polémica durante unos años atrás, dado que al párroco no le gustaba, por lo que cada año era más la expectación por ver lo que pasaba. Estos últimos años la enfermedad del párroco le impedía acompañar a la imagen de San Miguel, por lo que los del cigarro disfrutaban ya que no había nadie que se lo impidiese. El año pasado falleció. La suerte (o el obispado) quiso que nos mandaran pronto un párroco nuevo, por tanto nueva forma de pensar, nuevas formas de hacer y de trabajar.

Como era su primera fiesta de La Virgen en la parroquia, quiso saber qué cosas se hacían y cómo se hacían. Cuando le comenté lo de historia del cigarro y de la polémica que se formaba a su alrededor, concluyó: “PUES ESTE AÑO BAJA CON UN PURO Y SE LO PONGO YO”.

Efectivamente, bajó San Miguel pisando al demonio con su cigarro ya desde la iglesia (no llevaba puro) y cuando los de costumbre quisieron llegar a ponerle el cigarro, se llevaron un chasco y se acabó la polémica. Todo siguió según los cánones previstos, sin jaleo, sin aplausos y sin tonterías. 
Seguro que ahora cada año, al no haber problemática, irá menos gente pero casi seguro que  más personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario