martes, 24 de marzo de 2009

LECCIÓN DE GRAMÁTICA

Un poco de gramática bien explicada...., vale la pena.
¿PRESIDENTE o PRESIDENTA?
En español existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales.
El participio activo del verbo atacar, es atacante; el de salir, es saliente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente.
¿Cuál es el participio activo del verbo ser? El participio activo del verbo ser es 'el ente'.
Pero ¿qué es el ente?. Quiere decir que tiene...entidad.
Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final '-nte'. Por lo tanto, a la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga. Se dice capilla ardiente, no ardienta; se dice estudiante, no estudianta; se dice paciente, no pacienta; se dice dirigente y no dirigenta.
Nuestros políticos (y muchos periodistas) no sólo hacen un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española.
Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos con la esperanza de que el mismo llegue finalmente a todos esos ignorantes.
El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en defensa del género, ya habían firmado el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el turisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el telefonisto, el gasisto, el trompestisto, el techisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto... y el policío del esquino... y, sobre todos... ¡el machisto!
Claro, y a mí me gustaría ser paracaidisto...

MARIANO JOSE DE LARRA


Hoy se conmemora el nacimiento de Mariano José de Larra hace 200 años (casi nada). Y ¿quién era este escritor para que se acuerde alguien de él o se estudie en la literatura española?. Pues este tipo es uno de los más grandes románticos de la época junto con Espronceda, Bécquer o la mismísima Rosalía de Castro, gran escritor de artículos periodísticos, muy críticos con la política sobretodo (vamos un Jiménez de los Santos, pero en bien), y es que el tiempo que residió en Francia donde conoció a Dumas y a Victor Hugo le acercan a ese sentido crítico de la realidad y las costumbres de la época que le llevan a publicar una revista satírica “Pobrecito hablador” y el folleto mensual “El duende satírico del día” ambas bajo seudónimo y ambas prohibidas por la cesura de la época.
Se enamora de la amante de su padre y se casa más tarde con Josefa Wetoret de la que se separa poco mas tarde. Tras la muerte de Fernando VII y al amparo de una relativa libertad de expresión publica bajo el seudónimo de Fígaro numerosos artículos críticos literarios, políticos y costumbristas.
Su novela mas famosa El doncel de don Enrique el Doliente refleja un poco su vida en ese momento ya que se basa en las relaciones adúlteras, cosa que él mantenía en ese momento con Dolores Armijo. Tras la ruptura con ésta y después de una reunión en la que le dice que lo suyo no tiene solución, se pega un tiro en la cabeza. Tenía casi 28 años.