jueves, 15 de abril de 2010

TERMODINAMICA

"Por las leyes de la Termodinámica, todos sabemos que una caloría es la energía necesaria para pasar 1 gr. de agua, de 21,5º a 22,5º C.
No es necesario ser ningún genio para calcular que si el hombre toma una copa de agua helada (200 ml o 200 g), aproximadamente a 0º, necesita 200 Calorías para ponerla a 1º. Para que haya un equilibrio térmico con la temperatura corporal, será necesarias unas 7.400 calorías para que estos 200 grs. de agua, alcancen los 37º de la temperatura corporal (200 g x 37ºC). Y para mantener esta temperatura, el cuerpo usa la única fuente de energía disponible: LA GORDURA CORPORAL. O sea, que precisa quemar grasas para mantener la temperatura estable. La Termodinámica, no nos deja mentir sobre esta deducción.
Así, si una persona bebe una pinta de cerveza (aproximadamente 500 cc) a la temperatura de 0º, pierde aproximadamente 17.500 Calorías (500 g x 37ºC). Ahora bien, no vamos a despreciar las calorías que tiene la pinta de cerveza, que son aproximadamente 1000 calorías para los 500 grs. Si se restan estas calorías, tendremos que una persona pierde aproximadamente 16.500 Calorías por la ingesta de una pinta de cerveza helada. Obviamente, cuanto más helada esté la cerveza, mayor será la pérdida de calorías.
Como debe estar claro para todos, esto es mucho más efectivo que, por ejemplo, andar en bicicleta o correr, con lo que solo se quemarían unas 1.000 calorías por hora.
Así pues, adelgazar es terriblemente sencillo. Basta con beber cerveza bien helada, en grandes cantidades, y dejemos a la termodinámica hacer el resto."

Menuda perla. Un método tan sencillo para adelgazar y demostrado por las leyes de la física. Sin embargo la leyes de la experiencia demuestran que con este método lo único que sale es barriga cervecera. ¡Que pena!

lunes, 12 de abril de 2010

NO ME MUEVE MI DIOS

Aunque de autor desconocido, se le asocia a múltiples autores (Santa Teresa de Jesús, Juan de Ávila, incluso a Lope de Vega), es una joya de la poesía mística española. Nunca el amor a Cristo crucificado había alcanzado tal grado de pureza e intensidad en la sensibilidad de la expresión poética, y eso le hace acercarse más a Santa Teresa, aunque no fuera su estilo el de los versos largos.
Ahora después de pasar la Semana Santa, no está de más seguir recordando a través de ésta oración.


"No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera."