Estoy totalmente de acuerdo y mas al conocer la noticia de que, un juez dicta orden de alejamiento de su mujer a un maltratador, en la parroquia de Lerez en Pontevedra, que a todos nos parece correcto y normal, pero lo que ya no parece tan normal es que le asigne la casa al uso de ambos por periodos de seis meses. Por cierto el maltratador tiene vivienda en otro sitio. Cuando le toca el turno al maltratador, el juez entiende que la casa (dos plantas) es única y obliga a la esposa y al hijo con toda su famila, que vive en la vivienda superior, a abandonar su casa en beneficio de alguien que su vivienda, en mi modesta opinión, debería de ser entre rejas.
Puede que la noticia, que la escuché en la televisión, tenga algún que otro matiz que no contaron, pero a simple vista parece que el juez se ha equivocado de camino, y así nos va.
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